a las puertas del cielo

Él rondaba impaciente y notablemente molesto por mi falta de interés. Aunque también puede que el haberle gritado que me dejara en paz como una energúmena al grito de  "calla chucho que no te escucho" hubiera influido un poco.

-Pero espera...- le dije
-Sólo un poquito más. Por favor. Cuatro días y te prometo que todo volverá a ser como antes.

Él se dió la vuelta con un "¡hum!" y un magnífico giro de tobillo.

Estos bolígrafos...cada vez los hacían con más orgullo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario